Movilidad eléctrica

¿Gasolina y diésel? ¡Eso ya pertenece al pasado! ¡El futuro de la movilidad en el lugar de trabajo pertenece a la electromovilidad!

Movilidad eléctrica: ¡bienvenido al futuro del transporte de empresa!



Para muchas empresas, una flota de vehículos eléctricos es algo natural desde hace tiempo. Pero la movilidad eléctrica no es solo un tema para los vehículos de empresa o los camiones. Aplicando la movilidad eléctrica al transporte interno de tu empresa también puedes prepararte para el futuro y darle un buen empujón a la logística de tu empresa.




¿Qué significa la movilidad eléctrica para las empresas?



Los motores eléctricos sin emisiones sustituyen a los motores de combustión de gasolina o diésel: la movilidad eléctrica es la cuestión de sostenibilidad por excelencia. Al fin y al cabo, el transporte comercial en particular es uno de los mayores productores de emisiones.



Por tanto, a largo plazo, las empresas no podrán evitar la electromovilidad. Este cambio de paradigma afecta a toda la flota de vehículos, implementando todas las ventajas de la movilidad eléctrica también en las instalaciones de la empresa:



  • La logística del combustible se reduce al mínimo.

  • Las entregas/viajes sin emisiones como un importante factor de imagen.

  • Los objetivos de sostenibilidad se alcanzan más fácilmente.

  • Posicionamiento atractivo como empleador y en la competencia.

  • Producción de energía autosuficiente a largo plazo mediante el sol, el viento y las energías renovables.


Si desglosas estos factores hasta el transporte interno de empleados y mercancías, puedes hacer de la movilidad eléctrica el centro de tu concepto hasta el transporte del último tornillo y así beneficiarte de sus ventajas cada día y en cada movimiento.




¿Cómo se puede implantar la movilidad eléctrica en la empresa?



Los motores eléctricos no solo pueden adaptar los vehículos clásicos al futuro, sino también optimizar los carros y dispositivos de transporte. Las bicicletas de empresa se convierten en bicicletas eléctricas y en bicicletas de carga eléctricas, los patinetes se convierten en patinetes eléctricos y los dispositivos de arrastre para remolques y similares también funcionan sin emisiones.



De este modo, no solo cambiarás el accionamiento y te ahorrarás, p. ej., el equipo de repostaje necesario para la manipulación de sustancias peligrosas. Al añadir tracción eléctrica a los vehículos antiguos, estos se convierten en medios de transporte ágiles que todo el mundo disfruta utilizando. Así, la movilidad eléctrica también contribuye a la salud y la forma física de los empleados.




¿A qué hay que prestar atención?



La conversión eléctrica no termina con el cambio de unidad de accionamiento. Una planificación e implementación cuidadosa de tu infraestructura interna de carga es igual de importante. En este caso, la atención se centra en las cuestiones relativas a la corriente, la potencia de carga necesarias, así como al número y la posición de los puntos de carga en las instalaciones exteriores, en el almacén, en el taller y en los hogares de los empleados.



Existen amplios programas de financiación para esta inversión central, que deberías aprovechar. En este contexto, también vale la pena considerar nuevas fuentes de energía autosuficientes para la empresa. La energía fotovoltaica y la movilidad eléctrica van de la mano y pueden reducir tu huella ecológica global, además de optimizar tu balance ya a medio plazo.