Trabajo en equipo con éxito
¿Es más fácil decirlo que hacerlo?
Ya en la época del colegio había dos tipos diferentes de compañeros: aquellos a los que se les iluminaban los ojos con la palabra “trabajo en grupo” y los que preferían trabajar solos sin tener que dedicar mucho tiempo a las discusiones. Más tarde, en la vida profesional, el primer grupo, el de los “jugadores en equipo”, está muy solicitado.
Sin embargo, muchos directivos saben que, en la práctica, el trabajo en equipo no siempre funciona tan bien como se espera. En este artículo examinamos algunas de las cuestiones clave en torno al trabajo en equipo.
¿Qué significan exactamente el trabajo en equipo y la capacidad de trabajo en equipo? ¿Cuáles son las diferentes funciones del equipo? ¿Cómo crean los directivos las condiciones adecuadas para un buen trabajo en equipo y cuáles son los problemas más frecuentes que surgen?
¿Cuándo se habla de trabajo en equipo?
Los términos trabajo en equipo y capacidad de trabajo en equipo se utilizan hoy en día de forma casi excesiva. Para saber cuál es la mejor manera de alcanzar el objetivo de una colaboración exitosa, es necesario, en primer lugar, delimitar los conceptos.
Trabajo en equipo
Se habla de trabajo en equipo cuando un grupo de personas trabajan juntas para lograr un objetivo común encargándose cada miembro del equipo de una tarea diferente. Así, todos los participantes aportan una importante contribución a la consecución del objetivo común. La distribución de las tareas individuales y la coordinación del proceso corren a cargo del jefe de equipo.
Capacidad de trabajo en equipo
Las “soft skills” que un miembro del equipo necesita para completar con éxito la tarea común se denominan capacidad de trabajo en equipo. Por lo tanto, un empleado con capacidad de trabajo en equipo está en condiciones de aportar una valiosa contribución a la realización de la tarea sin asumir toda la coordinación y sin subordinarse a los demás miembros.
El tipo de trabajo en equipo suele utilizarse en proyectos de duración limitada en los que colaboran empleados de distintos departamentos o disciplinas. Pero el trabajo en equipo también es importante para lograr resultados óptimos en las tareas diarias dentro del mismo departamento.
El éxito de la cooperación entre sus empleados no solo depende de los propios miembros del equipo, sino también del dominio que usted tenga de su tarea como jefe de equipo. A continuación, conocerá los retos más comunes a los que se enfrentan los directivos en esta tarea.
¿Es posible un buen trabajo en equipo?
Es un consejo bien conocido que en la solicitud de empleo conviene definirse como “persona con capacidad de trabajo en equipo”. Al final, los directivos tienen que basarse en la primera impresión causada por el solicitante para decidir si el candidato encaja en el equipo.
Pero incluso aunque los empleados ya se conozcan bien, el trabajo en equipo suele ser más difícil de lo esperado. ¿Cuál es la razón de esto?
4 errores comunes en el camino hacia el éxito del trabajo en equipo
1. Grupo es igual a equipo
No todos los grupos de personas son un equipo. Un equipo se caracteriza por la responsabilidad colectiva y la definición clara de los cargos, las normas y las responsabilidades. Un grupo no es más que un conjunto de individuos sin tarea en común.
2. Los equipos pueden formarse rápidamente
Los equipos verdaderamente eficaces rara vez se forman en un abrir y cerrar de ojos. Un equipo, por muy bien que se conozcan sus miembros, debe pasar primero por un proceso de desarrollo de equipo. Este proceso de aprendizaje debe ser impulsado por el directivo y puesto en práctica a través de talleres o actividades fuera del trabajo.
3. El trabajo en equipo también debería funcionar sin un jefe de equipo
¿No es necesario recurrir al jefe de equipo siempre que se presenta un problema? ¿Un equipo debe ser también capaz de autoorganizarse? Estas afirmaciones no rigen para la el trabajo en equipo.
Para funcionar de forma óptima, el equipo necesita un jefe de equipo competente que coordine el proceso. Sin embargo, hay otras formas de trabajo, como la colaboración, en las que la autoorganización está más marcada.
4. El trabajo en equipo siempre es mejor
Colegas que trabajan con éxito en un proyecto, comparten lo que han aprendido y se echan una mano. ¿No suena ideal a los oídos de cualquier directivo?
Sin embargo, es una falacia suponer que las estructuras de equipo son adecuadas para todas las tareas. Especialmente si aún no has tomado medidas para crear un equipo, tus empleados suelen perder más tiempo trabajando juntos de forma improductiva que trabajando individualmente.
Teniendo en cuenta estos obstáculos, no es de extrañar que muchos líderes piensen que el trabajo en equipo productivo no es realista. Sin embargo, con un poco de trabajo preliminar, es posible crear un equipo de alto rendimiento. En el siguiente capítulo, conocerás las ventajas que un buen trabajo en equipo puede aportar a tu empresa.
¿Todavía te faltan las herramientas adecuadas para la próxima reunión del equipo?
El trabajo en equipo como factor de éxito: cómo te beneficias tú y tu empresa
¿Quizás tu departamento ahorre más tiempo y recursos si cada empleado hace su trabajo solo? El éxito del trabajo en equipo y el liderazgo competente del equipo deben aprenderse y requieren un proceso de aprendizaje inicial. Sin embargo, una vez dominadas, las estructuras del trabajo en equipo que funcionan proporcionan a tu empresa algunos efectos positivos:
- Mayor competencia social de tus empleados mediante la mejora de la cultura de los problemas y la comunicación
- Mejora de las competencias de liderazgo del directivo
- Optimización de los resultados gracias al efecto de aprendizaje colectivo y al aumento del sentido de la responsabilidad
- Mayor lealtad de tus empleados gracias a un mayor vínculo social
- Mejor preparación para el futuro digital, en el que la interconexión en red y el trabajo en equipos globales adquieren cada vez mayor importancia
¿Cuál es la mejor forma de proceder para conseguir en tu empresa los beneficios mencionados? El primer paso es examinar detenidamente quiénes son tus empleados.
La composición adecuada: tipos de personas en el equipo
El hecho de que alguien trabaje bien en un equipo depende muchas veces de la confianza que tenga en sí mismo. Pero ni un equipo formado solo por individualistas ni uno formado solo por personas muy comunicativas alcanzará su objetivo: es necesario la proporción adecuada de ambos tipos de personalidad.
En los años 70, el psicólogo Meredith Belbin investigó la cuestión de hasta qué punto el éxito de un equipo depende de su composición. Como resultado de sus estudios, definió nueve roles de trabajo en equipo que deben estar presentes en una relación equilibrada para que el equipo rinda bien:
Roles orientados a la acción
- Hacedor: supera obstáculos de forma proactiva
- Perfeccionista: es meticuloso en su trabajo y obtiene resultados óptimos
- Implementador: organiza y pone en práctica los planes
Roles orientados a la comunicación
- Coordinador: dirige el equipo y tiene capacidad de comunicación
- Trabajador en equipo: media en los conflictos y es diplomático
- Impulsor: establece los contactos y tiene carácter entusiasta
Funciones orientadas a los conocimientos
- Especialista: aporta su experiencia y se compromete
- Innovador: propone nuevas ideas y es creativo
- Observador: comprueba la viabilidad y tiene carácter analítico
Este tipo de categorización te ayuda a identificar los respectivos puntos fuertes de tus empleados. Pero además, no hay que dejar de lado las características individuales. Por ejemplo, hay que tener en cuenta las circunstancias personales y la estabilidad emocional de la persona. Además, el hecho de que un empleado tenga un estado de ánimo positivo o negativo puede ser decisivo.
5 consejos: cómo trabajar con éxito en equipo
A modo de resumen, exponemos a continuación cinco acciones prácticas que te ayudarán a apoyar a tu equipo para obtener beneficios en el próximo proyecto:
Utilizar el trabajo en equipo solo cuando tenga sentido hacerlo
El trabajo en equipo es apropiado cuando la tarea es demasiado grande y compleja para que la asuma un solo individuo. Las estructuras de equipo también son adecuadas para las tareas en las que es necesaria la interacción (entre disciplinas o departamentos).
Invertir en medidas de creación de equipos
Las posibilidades de reforzar el equipo van desde la organización de grandes eventos hasta la de pequeñas actividades:
- Actividades organizadas por profesionales que promueven la cohesión y practican la dinámica de equipo (por ejemplo, un taller de creación de equipos de un día o varios días)
- Participación conjunta en un proyecto sin ánimo de lucro
- Comer juntos durante la pausa de mediodía o hacer algo juntos después del trabajo
Reflexionar sobre la composición adecuada
La combinación adecuada de personas y su interacción determinan el éxito de un proyecto de equipo:
- Considerar qué empleado es el más adecuado para cada subtarea
- Adquirir una visión general de los diferentes tipos de personas y valorar los puntos fuertes de cada rol
Garantizar las condiciones adecuadas
Establecer algunos principios para trabajar juntos:
- Definir un objetivo claro del grupo
- Dividir las tareas de forma equitativa
- Establecer algunas reglas de grupo para el trato entre los miembros (por ejemplo, respeto y cortesía)
- Establecer los plazos importantes del proceso (por ejemplo, plazos de finalización de los proyectos y los horarios de las rondas de comentarios)
Ser consciente del papel de director de equipo
El éxito del equipo depende de la habilidad del director de equipo para dirigirlo:
- Mediar en caso de dificultades o de conflictos
- Apoyar a los empleados de menor rendimiento y frenar a los alfa
- Evitar la formación de grupúsculos
- Elogiar o premiar los éxitos y evaluar los fracasos con el equipo
- Dirigir el proyecto en la dirección correcta y vigilar siempre lo esencial
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