Las microfibras en la limpieza
Las microfibras tienen un diámetro medio de unos 5 - 7 µm, es decir, la mitad que las fibras de algodón. Esto conlleva que las microfibras pueden eliminar considerablemente mejor tanto las impurezas como las bacterias, virus y esporas de las rugosidades de los materiales. Así se puede garantizar una limpieza higiénica en numerosos ámbitos.
Fig. 1: algodón
Fig. 2: microfibras
A esto hay que añadir que gracias al reducido diámetro del hilo, en un paño o mopas hay muchos más hilos, por lo que la eficacia limpiadora es mayor. Ello también se debe al comparativamente gran número de puntos de contacto entre este tejido y la superficie a limpiar, y al gran número de capilares que contiene la estructura de este paño. Además la gran cantidad de espacios intermedios que se derivan de su estructura pueden captar aún más partículas de suciedad.
En general, las microfibras destacan por sus óptimas propiedades de limpieza. Gracias a la estructura del paño no se necesita utilizar ningún o apenas productos de limpieza. Ello no sólo se traduce de forma positiva en los costes, sino que también contribuye a proteger el medio ambiente comprometiéndose con la sostenibilidad. Al renunciar a la ayuda de productos químicos o al utilizarlos en cantidades muy moderadas, quedan también menos residuos de los mismos sobre la superficie a limpiar. Esto puede resultar muy ventajoso especialmente para personas muy sensibles o con alergias. Gracias a sus excelentes propiedades de limpieza se acorta además el tiempo de ocupación del personal de limpieza y el esfuerzo que tienen que realizar éstos.
Como al frotar las microfibras se genera una carga electrostática, estos tejidos son muy adecuados para limpieza en seco.