Proyectos y referencias
En el sector alimentario hay que pensar en blanco y negro
Para la construcción de una nueva planta de producción, Zott confió la planificación y los productos a kaiserkraft: se equiparon talleres, cámaras frigoríficas y naves frigoríficas, y se diseñaron nuevos vestuarios.
La empresa Zott
Zott es una empresa de productos lácteos con sede en la localidad bávara de Mertingen, que cuenta con unos 4000 habitantes y se encuentra exactamente a media distancia entre Múnich y Núremberg. La historia de esta empresa familiar se remonta a hace 90 años y se encuentra ya en la tercera generación. Con un volumen de negocios de unos 900 millones de euros y aprox. 2150 empleados, la empresa es hoy en día una de las empresas lácteas líderes en el mercado europeo. Esta central lechera dispone de varias sedes en Alemania y Polonia donde se fabrican especialidades de yogur, postres y quesos, y distribuye sus productos en más de 75 países. Entre las marcas más conocidas en Alemania están Monte, el yogur de nata Zott y Zottarella.
En 2014, Zott hizo su entrada en el sector de bollería lanzando al mercado el “Monte Snack” y, con ello, se hizo necesaria una nueva planta de producción en su sede principal que debía estar operativa en la primavera de 2017 y acoger a unos 60 empleados. Solo faltaba el equipamiento interior.
El proyecto
Rudolf Fischer (departamento de compras indirectas, Zott) se lanzó a la búsqueda de equipamientos para fábrica y almacén para el nuevo edificio, con el fin de encontrar un socio que pudiera planificar e implementar adecuadamente el equipamiento completo y además cumpliera los exigentes requisitos de la industria alimentaria. En la feria de logística LogiMAT de 2015, Zott contactó con kaiserkraft. Ambas empresas empezaron a colaborar entonces en el equipamiento de talleres, cámaras frigoríficas y naves frigoríficas, así como en el diseño de las nuevas áreas de descanso.
Los vestuarios y sus trucos
La fase de planificación del equipamiento de los vestuarios comenzó en julio de 2015. En primer lugar se hicieron reuniones para configurar la distribución de las taquillas y se acordaron los detalles con el estudio de arquitectura encargado y el comité de empresa de Zott. A continuación, en mayo de 2016 se encargó el equipamiento de los vestuarios distribuidos en dos plantas y por un valor total de 240 000 euros. kaiserkraft ganó el concurso debido, sobre todo, a que presentó un mejor concepto de planificación que la competencia.
Los principales desafíos de este proyecto fueron las normas de higiene extremadamente estrictas que se precisaban, así como los requisitos específicos del cliente como, por ejemplo, sistemas de ventilación para cada compartimento de cada taquilla. Este último aspecto pudimos resolverlo con válvulas manuales de valor normalizado dentro de las taquillas. Para evitar las fugas de polvo y suciedad se seleccionaron tableros HPL (High Pressure Laminate) comunes para los bancos y los armarios exentos se diseñaron con tejadillo inclinado. Esto evita además que los techos de las taquillas se utilicen para depositar objetos. También tuvimos que asegurarnos de que las fijaciones de las paredes y las nivelaciones de suelo no presentaran esquinas ni rebordes.
La separación en blanco y negro de Zott
En las instalaciones de un fabricante de productos alimentarios como Zott, un equipamiento conforme a los requisitos de higiene comporta también esclusas sanitarias y una estricta separación de las áreas “blancas” y “negras”. Es decir, que la ropa de calle (negra) debe separarse completamente de la ropa de trabajo limpia (blanca), lo que requiere no solo una planificación ingeniosa de los recorridos en el lugar de trabajo, sino la planificación y el montaje de una taquilla de ropa “negra”, otra de ropa limpia y un armario de equipamiento para cada empleado.
Uno de los puntos más destacados del proyecto fue que con una parte de las taquillas se subdividieron los espacios y se diseñaron rutas obligatorias (término que se refiere al camino que debe recorrer cada empleado) de forma que a la vez se obligara al empleado a pasar por las esclusas sanitarias en el orden adecuado. En este tipo de esclusas sanitarias de rutas obligatorias el empleado no puede acceder a las salas de producción hasta haber cumplido todas las medidas higiénicas necesarias.
Además se instalaron “pasillos negros”, separados estrictamente de las zonas higiénicamente controladas y aptos solo para los empleados que no están sometidos a restricciones higiénicas y, por supuesto, para los proveedores de vestimenta limpia. Y, ¿cómo accede el empleado a su ropa de trabajo limpia en el área controlada higiénicamente sin pisar los pasillos negros? ¡A través de la taquilla!
Del negro al rojo
Empecemos por el principio. Los vestuarios están subdivididos en diferentes niveles de higiene que se identifican por colores. Al iniciar la jornada laboral, los empleados empiezan en el negro (nivel de higiene 0) y de allí pasan al área verde (nivel de higiene 1). Aquí depositan parte de su ropa de calle y pueden colgar sus zapatos en la instalación de secado de botas que, por cierto, también se ha adquirido en kaiserkraft.
Las taquillas hacen también la función de pared separadora. Y en realidad es cierto, pues estas taquillas tienen una puerta trasera que da al pasillo detrás de la pared: en el compartimento superior de la parte posterior de la taquilla de ropa limpia (“blanca”) se ha instalado una pequeña puerta por la que el empleado recibe cada día ropa de trabajo esterilizada. es decir, el proveedor de ropa limpia no tiene que entrar en la zona higiénica para el suministro, sino que puede introducir la ropa en las taquillas desde el pasillo negro. kaiserkraft utilizó también el mismo principio para los armarios donde los empleados depositan la ropa sucia. En las siguientes áreas, naranja y roja, los empleados se ponen su ropa de trabajo y dejan sus objetos personales. Al final de la jornada laboral vuelven a pasar por el mismo proceso pero en orden inverso. Las taquillas para los vestuarios fueron suministradas por kaiserkraft en septiembre 2016, en diciembre se concluyó su montaje y en enero de 2017 se dio por concluido el suministro.
Siguiente paso: cámaras frigoríficas y talleres
En el pedido siguiente, kaiserkraft se encargó de equipar las cámaras frigoríficas de Zott con estanterías, así como del equipamiento completo de los talleres. En cuanto a las cámaras frigoríficas, nuestro equipo se topó con desafíos muy distintos de los de los vestuarios. Aquí el tema central era el cálculo estático, que kaiserkraft llevó a cabo en estrecha colaboración con sus expertos en estanterías conforme a los deseos del cliente. La solución en este caso consistió en encementar los perfiles IPE (las vigas de acero con perfil en I) en el suelo durante la fase de construcción de la nave con el fin de repartir mejor la carga. Además se soldaron ya con antelación barras roscadas para que posteriormente fuera posible montar también estanterías para palets. Los montadores tuvieron que trabajar con una precisión de 2,5 mm en lo que respecta a las estanterías de acero.
Por supuesto, kaiserkraft entregó todos los cálculos estáticos al cliente junto con la documentación y los papeles de recepción de la instalación. Todas las estanterías para cargas pesadas se suministraron galvanizadas. Los talleres se entregaron e instalaron con sus sistemas de estanterías de dos pisos en abril de 2017.
El balance de Béla Bezold, jefe de proyecto de kaiserkraft, es: “los estrictos requisitos de higiene para un fabricante de productos alimentarios como Zott no admiten ningún tipo de concesiones. Y los productos corrientes a menudo no son adecuados. Este proyecto fue muy interesante y constituyó todo un desafío porque exigió un trabajo al detalle y una precisión considerables”.
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