Seguridad en el trabajo
Accidentes laborales: sus causas y lo que puedes hacer para evitarlos
¿Qué crees que es más peligroso, un tiburón o una silla? La respuesta parece evidente, pero es la silla de lo que tenemos que protegernos, porque la probabilidad de morir a raíz de un accidente con una silla es cinco veces mayor que la de morir por el ataque de un tiburón. La caída de máquinas dispensadoras de bebidas y snacks o tostadoras también ha provocado lesiones a muchas más personas que los tiburones. Si quieres evitar sufrir un accidente debes empezar por tu entorno más cercano, por tu trabajo diario. Por eso te explicamos aquí cómo y con qué puedes evitar que se produzcan accidentes en tu empresa.
El número de accidentes laborales en las empresas alemanas* no ha dejado de disminuir en los últimos años y en 2015 alcanzó un nuevo récord a la baja: según datos de la asociación alemana de mutuas de accidentes de trabajo (DGUV) tuvieron lugar 866 056 accidentes de declaración obligatoria, de los cuales 470 fueron mortales. La tasa de accidentes se situó en unos 22 accidentes por cada 1000 trabajadores a jornada completa. (*Aunque aquí se hace referencia a estadísticas de las empresas alemanas, la evolución en Europa es similar).
Lo que estas cifras no dicen es que a veces un accidente laboral es “solo” una lamentable señal de advertencia sin consecuencias, pero otras veces es una auténtica desgracia para todos los implicados y para la empresa. Y es que un accidente grave suele conllevar la interrupción de la producción pero siguiendo pagando los salarios, además de la lógica incertidumbre para el personal. No obstante, ninguna empresa debería conformarse con eso de que “a veces ocurren accidentes”, sino que puede prevenirlos convirtiendo la protección laboral en un asunto primordial e invirtiendo tiempo y dinero en medidas de seguridad.
Los tipos de accidentes más comunes y cómo evitarlos
¿Un suelo resbaladizo provoca un accidente? La verdad es que no suele ser tan sencillo. Casi todos los accidentes se deben a varias causas y solo la combinación de circunstancias desfavorables (suelo mojado) con el comportamiento de los empleados (despiste) da lugar al accidente. A continuación te explicamos cuáles son los tres tipos de accidentes más frecuentes y las medidas que pueden evitarlos.
Tropiezos, resbalones, caídas
Los accidentes más frecuentes, con diferencia, son los que se producen a raíz de tropiezos, resbalones y caídas. De hecho, representan un tercio de todos los accidentes laborales y sus consecuencias pueden ser desastrosas. Especialmente las caídas desde escaleras o andamios pueden provocar, en determinadas circunstancias, lesiones físicas graves e incluso mortales, por no hablar de las consecuencias económicas. ¿Cómo puedes evitar este tipo de accidentes?
Asegúrate de que se utilicen exclusivamente los instrumentos de trabajo indicados para el trabajo en cuestión y presta especial atención a que las escaleras y los andamios estén bien asegurados. Evita también los suelos resbaladizos. Las esteras industriales especiales antideslizantes resultan muy eficaces para ello. En el taller, en grandes cocinas o en la obra, el calzado de seguridad antideslizante y resistente a la perforación debe formar parte del equipamiento básico de tus empleados.
Soldadura, martillos, sierras
La segunda causa más frecuente de accidentes es el manejo incorrecto de herramientas y máquinas. Sobre todo al golpear con un martillo, al cortar o al taladrar se producen lesiones muy dolorosas. ¿Esto se debe a que se utilizan herramientas defectuosas, a imprudencias o a la falta de práctica? Aunque no siempre es fácil de determinar, hay algo que sí puedes hacer: lo más importante para trabajar de forma segura es garantizar que las herramientas funcionen a la perfección y que se realice un mantenimiento adecuado de las máquinas, así como formar bien a los empleados y usar el equipamiento y la ropa de trabajo adecuados.
Por suerte, nosotros te ofrecemos productos de protección laboral de gran calidad y que cumplen los requisitos de seguridad para que puedas equipar a tus empleados de la cabeza a los pies. ¡Descúbrelos!
Conducir, tocar el claxon, frenar
En el tercer lugar de la ignominiosa clasificación de accidentes se encuentran los que involucran a los vehículos de transporte sobre el suelo, como las carretillas de transporte y las apiladoras. El riesgo de colisión es especialmente alto con las apiladoras: si el conductor pierde el control, aunque sea brevemente, el vehículo puede dañar las instalaciones o herir a alguien. Para evitar esto, las estanterías y las máquinas deben protegerse con dispositivos parachoques. Además, es aconsejable separar y marcar claramente las vías de paso para los vehículos y para los empleados.
En los apartados Delimitación y marcaje encontrarás muchas opciones para marcar y delimitar áreas y vías de paso.
“Algunos sectores son especialmente peligrosos”. ¿Es eso cierto?
¿Sabes qué sector es “el más peligroso”? ¿Y quién sufre más accidentes, las mujeres o los hombres? El riesgo de sufrir un accidente depende en gran medida, pero no solo, del sector en el que se trabaja. Según las estadísticas actuales, la mayoría de los accidentes tienen lugar en el sector de la construcción, seguido del sector de la madera y el metal y del sector del transporte y el tráfico. Al mismo tiempo, estos son los sectores en los que trabajan claramente más hombres que mujeres. El 90 % de los accidentes laborales les ocurren a hombres, lo cual tampoco es por tanto ninguna sorpresa.
Las más seguras son las profesiones relacionadas con asuntos sociales y administración. Y comparativamente también ocurren pocos accidentes en la industria de materias primas y productos químicos. Aunque a principios de la década de los 90 este sector era problemático, la implementación de exhaustivas medidas de salud y protección laboral consiguieron mejorar considerablemente las condiciones de trabajo. Esto demuestra que ningún sector es intrínsecamente peligroso y que la protección laboral reduce realmente los accidentes laborales.
Las “soft skills” que te ayudan a mejorar la seguridad en el trabajo
¿Has eliminado cualquier fuente de peligro, has formado a tus empleados y les has facilitado el equipamiento adecuado? Enhorabuena. Ya cumples los requisitos más importantes. Sin embargo, no puedes olvidarte de otros factores “secundarios” que pueden influir de forma decisiva en la estadística de accidentes.
- Fíjate un objetivo mensurable. Mejor que una meta imprecisa como “reducir la cifra de accidentes laborales” es establecer cifras concretas en un período de tiempo determinado y adoptar nuevas medidas si no se alcanza el objetivo.
- Considera los “casi-accidentes” una oportunidad. Si una vez ha habido suerte, no basta con dar gracias al ángel de la guarda. Documenta los “casi-accidentes” y considéralos el empujón definitivo para introducir mejoras.
- Fomenta una cultura del error: anima a tus empleados a que comuniquen los riesgos y los “casi-accidentes”, pero también a que denuncien cuando alguien incumple las normas de seguridad. Crea un clima en el que se pueda hablar de las conductas incorrectas y en el que todo gire en torno al objetivo principal: la seguridad en el trabajo.
- Pon convicción en lo que haces. Y viceversa. A menudo las empresas adoptan medidas “pro forma” para reducir el riesgo de accidentes pero ni siquiera los propios directivos confían en su eficacia. Las encuestas han demostrado que en realidad esas medidas apenas conllevan mejoras. Es hora por tanto de que te cuestiones la forma en la que actúas o quizás incluso simplemente de informar mejor a los empleados sobre nuevas medidas de prevención.
Y por si estas no fueran ya razones suficientemente buenas para invertir en protección laboral, las condiciones de trabajo seguras y sanas no solo pueden evitar accidentes, sino que también aumentan la motivación, la productividad y la satisfacción de los empleados.
¡Contáctanos!
Si tienes más preguntas, estamos a tu disposición de forma gratuita.